Aitor, con 9 días de vida, nos envolvió de ternura con estas imágenes y nos regaló más de una sonrisita. Pudimos sacar partido a un sueño profundo que duró bastante hasta que empezó a tener hambre. Aquí os dejo un poquito de la dulzura de este pequeño.
Cuando miras una fotografía, te viene un recuerdo a la mente, te provoca una sonrisa, añoranza, tristeza, alegría. No es solo una imagen. Para mí, la fotografía, es la captura de un momento único que no volverá a repetirse, un lugar con encanto, es el recuerdo. Siempre me ha gustado la fotografía, soy de las que lleva una cámara en el bolso, ¡a todas partes! Hasta que me decidí por comprarme una réflex y tomarme más enserio este mundillo. Por eso quiero compartir mi pequeña afición con vosotros.
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